miércoles, 22 de abril de 2009

EL AHUECADO DE LAS CHÁCARAS


Aunque hoy en día existen muchas facilidades para construir unas chácaras hay procesos que aún se siguen haciendo a mano, y no hay manera de que se pueda hacer de otra forma que no sea la tradicional, es el ejemplo del vaciado interno; corre por parte de la experiencia del artesano quién, con el tacto, y entre los dedos, calibra el espesor de las paredes para seguir desbastando más o menos por una zona, con esto se consigue que las chácaras produzcan un sonido más o menos grave dependiendo del hueco producido, para esto se necesitan Gubias de diferentes grosores y tamaños para llegar a los escondrijos internos del hueco.

Es este proceso, a mi entender y por experiencia, el más delicado de toda la construcción ya que son principalmente dos los motivos por lo que una tapa puede quedar inservible:

1º Por ir raspando para dejar la pared fina y terminar por quitar la pared, y

2º Por una excesiva presión sobre la pared y producirse la perforación de ésta.

Otros son también los condicionantes que puede rechazar una lamina u "hoja" de unas chácaras y es por ejemplo que la madera esté rajada, en este caso y por muy avanzada que esté la chácara se procederá a su desecho, ya que producirá un mal sonido y además se corre el riesgo que tocándolas se produzca la rotura, hay rajaduras que son prácticamente imperceptible y solo se nota al haber terminado el trabajo y hacerlas sonar.